En este paraje en el que se encuentra el paseo de las lilas, encontrarás además una bodega y un lagar del S. XII.
Ambos comparten características con otras explotaciones vitivinícolas del Cerrato que no se limitaban a producción para autoconsumo.
Por las dimensiones de la bodega esta tendría una capacidad de unos 5000 cántaros (80000 litros) en cubas de 200 a 400 cántaros.
El lagar está basado en la tecnología de presa de husillo con palanca, es decir, es prácticamente igual que el lacus romano. Este lagar tiene la peculiaridad de haber estado unido a la bodega por tuberías cerámicas, un avance muy poco frecuente en la comarca.
El caché no tiene máquina de escribir y sí espacio para intercambio. Lo dejo con cristal de bruja y una concha que evoca el pasado marino del Cerrato.