Islas Canarias

Este caché, situado en algún lugar de la calle islas Canarias, invita a mirar más allá del hormigón, del tráfico industrial y de la barrera que tiene muchas ciudades gracias al ferrocarril. Mientras aquí se levantan naves, talleres y almacenes, el nombre evoca un territorio de luz, de volcanes y océano, tan distinto al paisaje castellano. Dos mundos que parecen opuestos —el polvo de la meseta y la brisa atlántica— pero que están unidos por la misma red de esfuerzo, de comercio y de trabajo.

Las islas Canaras, situadas a más de 2000 km, son un archipiélago español formado por dieciocho islas principales —Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, La Gomera, El Hierro y La Graciosa— y algunos islotes menores.

Su origen volcánico, su biodiversidad y su cultura mestiza han convertido a las islas en un símbolo de identidad plural: un punto de encuentro entre Europa, África y América. Desde allí partieron navegantes, misioneros y comerciantes; y desde aquí, desde la meseta, llegan productos, maquinaria o piezas que viajan hacia puertos y aeropuertos para continuar su ruta al mundo.

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