Esta fuente se encuentra en el Camiño das Pontes, justo en el cruce con la Rúa de Naia, dentro de la parroquia de Lavadores, en Vigo. Es una zona que, a pesar del crecimiento urbano, aún conserva elementos que remiten a su pasado más rural, como caminos tradicionales y pasos de agua.
El caudal de la fuente es medio, constante durante todo el año, lo que la hace accesible y funcional incluso en épocas secas. La calidad del agua es considerada buena, siendo una de las razones por las cuales ha sido valorada por los vecinos durante décadas.
El nombre "das Pontes" proviene del tramo del Río Lagares que atraviesa esta área, en el que históricamente existían varios pasos o puentes para cruzarlo. Esta característica del terreno no solo marcó el nombre del lugar, sino que también dio origen a ciertas creencias populares. Según relata Iván Sestay en su libro sobre la toponimia de Lavadores, se decía que las aguas de este punto del río tenían propiedades curativas, especialmente para los niños con incanido (una dolencia infantil asociada tradicionalmente a debilidad extrema o falta de crecimiento). Se creía que bañarlos en este agua podía salvarles la vida, evitando su muerte prematura. Esta creencia, profundamente arraigada en la sabiduría popular, añade un valor simbólico a la fuente, más allá de su uso cotidiano.
No existe constancia de que esta fuente estuviera asociada a un lavadero, lo cual indica que su uso principal probablemente estuvo más vinculado al consumo o a la tradición curativa mencionada. La fuente ha sido analizada oficialmente desde 1977, lo que muestra una preocupación institucional por el control de la calidad del agua en este punto durante los últimos años del siglo XX.